Empezaré desde el principio:
Mi embarazo lo pasé desde la semana 8, en reposo absoluto, por lo que tuve muchísimo tiempo de leer y leer. Lo que me venía encima, y lo que me esperaba en los siguientes años, y leí de un montón de cosas, os lo puedo asegurar.
En los primeros meses de Irene, nunca le puse chupete, en mi infancia abusé de él, y no quería para mi hija, lo que a mí casi me pasa, así que si Irene lloraba, normalmente la calmábamos con muchísimo mimo, teta, arrumacos, nanas y balanceo, pero sin chupete, hasta que llegó la época en que la teta desapareció, (bendita teta), y las noches ya no eran de arrullo junto al pecho de mamá, eran de arrullo junto a mamá, con los ojos como platos y riéndose. Así que sintiéndolo mucho, tuve que echar mano del chupete, sólo para que le creara sensación o hábito de lo que venía, del momento en el que estábamos, y ¡funcionó! Una vez en la cuna, se lo quitaba inmediatamente, para que no creara hábito.
Antes de que leáis mis trucos, os comentaré, que cuando déis el paso de quitar el chupete, no hay vuelta atrás, las rabietas, lloros, llantos nocturnos, desveladas, etc, los tendréis que calmar de otra manera, que no sea enchufando el chupe. Esto lo tenéis que tener claro desde ya. No debe existir ningún chupete del "`por si acaso", porque entonces, todo nuestro esfuerzo se irá al garete. Sí que podéis y debéis prepararlo para ese momento, con frases como: Este chupete se está haciendo feo, se está estropeando, ya huele mal, parece que le sale algo. imaginación al poder.
Siempre tuve claro, que si no iba a ser realmente necesario, el chupete sería una herramienta, y no una costumbre, así que a los 2 años, sí o sí, iba a quitarle el chupete. En mi larga temporada de documentación obligada en cama, (me río ahora, antes no), descubrí un montón de tips o trucos, para que fuera más llevadero este trámite. Dejarlo a los Reyes Magos, o a su primo Papá Noël, tirarlo al camión de la basura, dárselo a algún bebé (simbolicamente, claro), pero hubieron dos ejemplos, que me encantaron, y me propuse llevarlos a cabo, y tuve suerte.
El primero fue, hacer que el chupete creciera, al igual que nuestro hijo o hija, por lo que el chupete, como se "hace mayor", le salen pelos, pero pelos largos, como los de las piernas si no nos depiláramos en todo el invierno.
¿Cómo se consigue esto?, pues sencillamente, haciendo unas puntadas con hilo negro, o gris en el chupete, yo las hice con 2 o 3 hilos, para que hayan como 2 o 3 pelos en cada puntada.
Uy mira, ya te dije yo que este chupete olía mal, si es que.... se estaba haciendo mayor, claro, y ahora le han salido pelos, como a papá en la barba / bigote/ axilas/ piernas, etc.... uy, pues así no te lo pondrás en la boca, porque debe estar malo.
Si aún así se lo ponen en la boca (cosa que Irene sí que hizo), la repulsa es tan grande, que no querrán ponérselo de nuevo en la boca.
¿Qué hacer cuando hay más chupetes en casa, como era mi caso? Ahí va mi segundo truco:
Os aviso que es pura fantasía, pero a mí me funcionó.
Mami, saca otro (yo hice 2 o 3 con pelos, algunos los guardé de recuerdo, y el resto los tiré.)
¿Sabes qué ha pasado, Irene? Mamá ha dejado tu ventana abierta y ha venido una mamá pajarito, y se ha llevado los chupetes para sus polluelos. para que no piaran tanto.
Aquí os puede ocurrir 2 cosas:
1-que lo acepten sin más
2-que llegue el momento de enfado máximo
Yo le dí la opción de ponerse el chupete de pelos, y ahí fue cuando Irene se lo puso en la boca, e inmediatamente lo sacó.
¡No me gusta!, tiene pelos, -me dijo.
y nunca más pidió chupete.
Los días posteriores fueron de preguntar por los chupetes, pero no hubieron momentos de enfado, la crisis del chupete se había superado, y el chupete fue historia.
Espero que mi experiencia os sirva para las y los que estéis en este proceso. Ánimo para tod@s.
Y hasta aquí el post de hoy, os vuelvo a encontrar la semana que viene. Besos a montones y sed felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario